Las cuatro estaciones siguientes corresponden a un ferrocarril y a un ramal en particular muy visitado, tanto que con éstas se completan las 9 que conforman la línea. La estación Morse del BAP que hubiera continuado la historia anterior quedará para otra oportunidad, cuando le toque el turno al ramal Chacabuco-Germania.
Pinzón pertenece al ramal Pergamino-Vedia de la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires (CGBA), se ubica en la progresiva 284,6, sobre el pueblo del mismo nombre distante 19 kilómetros de la cabecera de Partido, Pergamino.
Para 1903 la cerealera Bunge & Born configuró un proyecto ferroviario que contemplaba el trayecto con la intención de poseer una línea que pasara por sus campos y le permitiera sacar más rápido la producción hacia los puertos del litoral.
En 1904 se le otorga una concesión a los señores Casimiro De Bruyn, belga y participante del directorio de Bunge, y Rómulo Otamendi para la construcción de un ferrocarril de trocha métrica entre los puertos de Buenos Aires y Rosario, Buenos Aires y La Plata mas otra aún más ambiciosa entre La Matanza y Puerto Militar (Bahía Blanca), junto con dieciséis ramales secundarios, de estos últimos el único construído fue el que hoy nos ocupa, con una longitud de 122 kilómetros y 9 estaciones.
En 1905 el gobierno nacional aprobó por decreto la transferencia de los dos titulares originales a favor de la Compagnie Générale de Chemins de Fer dans la Province de Buenos Aires, una empresa franco belga integrada por dos bancos franceses y la Societé Generale de Belgique.
El ramal se inaugura el 1 de diciembre de 1910 y la estación se ubica dentro de los campos de Irene H de Moreno. El nombre se debe al navegante que acompañó a Colón en su gesta descubridora, el tema es que hubo dos Pinzón, Martín y Vicente Yáñez Pinzón, hermanos y marinos, comandantes de La Pinta y La Niña, ante semejante incertidumbre nunca develada sus habitantes decidieron hacerle un pequeño ajuste al nombre para hacerlo sentir como más próximo. Hoy pueblo y parada son conocidos como Pínzon, sí con acento en la í...
El proceso de estatización de la CGBA fue anterior al de los ferrocarriles ingleses, el mismo comenzó en 1946 y para 1947 la compañía pasa a la órbita del recientemente creado Ferrocarril Nacional General Belgrano, empresa estatal que agrupó a todas las líneas de trocha métrica. En 1954 el Estado lo transfiere al Ferrocarril Nacional Provincia de Buenos Aires hasta 1957 cuando es devuelto al FCGB.
Nuestro ramal toma la denominación de G6 y sufre el primer recorte debido a los dictámenes del nefasto Plan Larkin implementado durante 1961 por el presidente Frondizi. El cierre definitivo ocurre en 1977 durante la última dictadura cívico militar.
Para principios del 2000 muy esporádicamente circulaban formaciones cerealeras, hecho que ahora se ha convertido en un imposible por el estado de las vías, soterradas bajo centímetros de tierra de la pampa.
Actualmente el edificio se encuentra en muy buenas condiciones, en él vive un personal ferroviario que lo mantiene dentro de sus posibilidades económicas, tanto es así que su reloj original funciona, tal fue la emoción a la hora de registrar el acontecimiento que la toma salió horrible, fuera de foco, por lo tanto no habrá registro que certifique tal milagro.
Dejo Pínzon para adentrarme un poco más en ese mar ondulado pintado de verde soja, me espera ahora Carabelas en el Partido de Rojas.
Pinzón pertenece al ramal Pergamino-Vedia de la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires (CGBA), se ubica en la progresiva 284,6, sobre el pueblo del mismo nombre distante 19 kilómetros de la cabecera de Partido, Pergamino.
Para 1903 la cerealera Bunge & Born configuró un proyecto ferroviario que contemplaba el trayecto con la intención de poseer una línea que pasara por sus campos y le permitiera sacar más rápido la producción hacia los puertos del litoral.
En 1904 se le otorga una concesión a los señores Casimiro De Bruyn, belga y participante del directorio de Bunge, y Rómulo Otamendi para la construcción de un ferrocarril de trocha métrica entre los puertos de Buenos Aires y Rosario, Buenos Aires y La Plata mas otra aún más ambiciosa entre La Matanza y Puerto Militar (Bahía Blanca), junto con dieciséis ramales secundarios, de estos últimos el único construído fue el que hoy nos ocupa, con una longitud de 122 kilómetros y 9 estaciones.
En 1905 el gobierno nacional aprobó por decreto la transferencia de los dos titulares originales a favor de la Compagnie Générale de Chemins de Fer dans la Province de Buenos Aires, una empresa franco belga integrada por dos bancos franceses y la Societé Generale de Belgique.
El ramal se inaugura el 1 de diciembre de 1910 y la estación se ubica dentro de los campos de Irene H de Moreno. El nombre se debe al navegante que acompañó a Colón en su gesta descubridora, el tema es que hubo dos Pinzón, Martín y Vicente Yáñez Pinzón, hermanos y marinos, comandantes de La Pinta y La Niña, ante semejante incertidumbre nunca develada sus habitantes decidieron hacerle un pequeño ajuste al nombre para hacerlo sentir como más próximo. Hoy pueblo y parada son conocidos como Pínzon, sí con acento en la í...
El proceso de estatización de la CGBA fue anterior al de los ferrocarriles ingleses, el mismo comenzó en 1946 y para 1947 la compañía pasa a la órbita del recientemente creado Ferrocarril Nacional General Belgrano, empresa estatal que agrupó a todas las líneas de trocha métrica. En 1954 el Estado lo transfiere al Ferrocarril Nacional Provincia de Buenos Aires hasta 1957 cuando es devuelto al FCGB.
Nuestro ramal toma la denominación de G6 y sufre el primer recorte debido a los dictámenes del nefasto Plan Larkin implementado durante 1961 por el presidente Frondizi. El cierre definitivo ocurre en 1977 durante la última dictadura cívico militar.
Para principios del 2000 muy esporádicamente circulaban formaciones cerealeras, hecho que ahora se ha convertido en un imposible por el estado de las vías, soterradas bajo centímetros de tierra de la pampa.
Actualmente el edificio se encuentra en muy buenas condiciones, en él vive un personal ferroviario que lo mantiene dentro de sus posibilidades económicas, tanto es así que su reloj original funciona, tal fue la emoción a la hora de registrar el acontecimiento que la toma salió horrible, fuera de foco, por lo tanto no habrá registro que certifique tal milagro.
Dejo Pínzon para adentrarme un poco más en ese mar ondulado pintado de verde soja, me espera ahora Carabelas en el Partido de Rojas.