Entre estaciones principales, nos vamos encontrando estas instalaciones secundarias durante todo el recorrido paralelo a la RN38, siempre en el mismo estado de abandono, vandalización cultural y natural mediante, sembradas por el suelo decenas de tejas francesas rotas dan una pena muy grande porque es en éstos pequeños lugares testigos donde se aprecia todo el poder destructivo de un modelo de país instaurado a mediados de los 70, y que de una manera coyunturalista parecería querer tomar nuevos rumbos desde hace una decena de años.
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